martes, 21 de octubre de 2008

Quienes ganan y quienes pierden con la crisis financiera

A continuación presentamos una lista de los Ganadores y Perdedores de la crisis financiera, como primer balance de una crisis que apenas comienza:
Ganadores:

EEUU: Hace un año este país enfrentaba una descapitalización. Gran parte de las reservas Chinas y del Medio Oriente abandonaban los bonos del tesoro, ante las caídas de las tasas de interés, originando la migración de dólares a Euros. Paralelamente, Irán y Venezuela anunciaban el inicio de la comercialización de su crudo en Euros, lo cual trajo como consecuencia la devaluación del dólar (1,57 US$/Euro) y un incremento del precio del crudo (147 US$/bbl).
Luego de la crisis, el precio del crudo ha perdido más del 50% de su valor, alcanzando los 70 US$/bbl y la divisa norteamericana se ha recuperado, alcanzando el nivel de 1,34 US$/bbl. Adicionalmente a esto, los capitales están regresando a los bonos del tesoro, como un refugio al riesgo financiero, debido a que los bonos del tesoro de los EEUU no conllevan riesgo alguno. Este es igual a cero, y por lo tanto, no caen en ¨default¨, motivado al monopolio que ejerce el gobierno estadounidense sobre la emisión de dólares.

Grandes banqueros: JP Morgan Chase (Banco de Morgan y Rockefeller), Goldman Sachs (Banco del cual fue presidente el actual Secretario del Tesoro de los EEUU Henry Paulson Jr.), Morgan Stanley, Bank of América, Well Fargo, BNP Paribas y ABN Amro, entre otros, se han beneficiado de la compra a precios muy bajos de instituciones quebradas, con lo cual se ha dado lugar a la creación de un Mega-Oligopolio financiero, de gran poder e influencia en las finanzas y en la economía mundial.
Adicionalmente a esto, con el plan de rescate anunciado por la Reserva Federal de los EEUU (FED) y el Banco Central de Europa (BCE), se persigue mantener a flote las instituciones quebradas que sean adquiridas a bajos precios, con el fin de venderlas posteriormente a las empresas que forman parte del Mega-Oligopolio financiero arriba referido, lo cual lo fortalece aún mas.

En relación a este asunto, conviene señalar que Bancos como el Goldman Sachs y el Morgan Stanley -que anteriormente funcionaban como bancos de inversión- han sido autorizados para funcionar como bancos comerciales, con lo cual se les da luz verde para adquirir instituciones comerciales quebradas.

Es de hacer notar que la crisis financiera que se ha presentado, ha hecho que la dirigencia política de los EEUU y Europa planteen “la refundación del capitalismo”, al igual que como lo hicieron en oportunidades anteriores en las que se confrontaron crisis que hicieron tambalear el sistema capitalista mundial. En esos casos se propusieron soluciones que dieron lugar a la creación de la Reserva Federal de los EEUU, al acuerdo de Bretton Woods y a la eliminación del patrón oro, entre otros. Cabe señalar que todas estas reorganizaciones de las finanzas mundiales tuvieron el efecto de ocasionar una profundización de los sistemas de dominación mundial y el incremento de la pobreza.

Perdedores:



Europa: En un abrir y cerrar de ojos la economía del viejo mundo ha visto desvanecer todas las ventajas que le otorgó, por escaso tiempo, la debilidad de la economía norteamericana. En efecto, en menos de un año el Euro ha perdido todo el terreno ganado ante el dólar. Alemania, Francia, Gran Bretaña y España, técnicamente entrarán en recesión antes de que culmine el 2008.
Países en vías de desarrollo: Economías tradicionalmente dependientes de las exportaciones de materias primas, verán reducir sus ingresos al retroceder la demanda mundial. Aquellos países altamente dependientes de la economía norteamericana, como los firmantes del NAFTA (Tratado de Libre Comercio de Norteamérica) y el CAFTA (Tratado de Libre Comercio de Centroamérica), serán los principales afectados por la crisis financiera. Países como Canadá y México que, además de ser firmantes del NAFTA, son países petroleros, serán arrastrados inevitablemente al vórtice de la crisis.

El caso de Islandia, y más recientemente los de Hungría y Ucrania, representan los primeros ejemplos, de lo que pudiera convertirse en un efecto dominó, capaz de arrastrar al colapso a las pequeñas economías del mundo, colocándolas a merced de sus acreedores; es decir, del FMI y del Banco Mundial (Bretton Woods), lo cual es una excusa suficiente para “reestructurar las reglas financieras mundiales”, o lo que es lo mismo, la profundización de los sistemas de dominación mundial.

Clase media y pobre de los EEUU (y posiblemente del mundo entero): Hoy en día, como consecuencia de la crisis hipotecaria, millones de norteamericanos han quedado sin techo, la tasa de desempleo alcanza cifras récords en los EEUU (con pronósticos de aumentar), decenas de fondos de pensiones (Pension Funds) están en serios problemas que ponen en riesgo el futuro de los ahorros de miles de jubilados. Todo esto ocurre, mientras el gobierno de los EEUU les exige sacrificio a los contribuyentes, en un plan para “rescatar” a los únicos responsables de esta crisis: los banqueros, por si queda alguna duda.
Adicionalmente a ello conviene indicar que propuestas de privatización de la Seguridad Social, la salud y la educación -que en el pasado han sido rechazadas por el congreso de los EEUU- hoy pudieran encontrar su oportunidad de oro, bajo el chantaje de disminuir la carga económica del Estado, a fin de estar en condiciones de contribuir al rescate de la economía.

CONCLUSIONES:

La actual crisis financiera está contribuyendo a una mayor concentración de capital y poder por parte de los grandes banqueros, al igual que como ocurrió en crisis anteriores, lo que pudiera ser utilizado para la instauración de propuestas de solución de nuevos sistemas financieros, como los arriba mencionados, que darían lugar a la profundización de los esquemas de dominación mundial. ¡Mucho ojo con esta jugada!
Un nuevo orden mundial se vislumbra en el camino, y los países en vías de desarrollo no deben quedarse al margen, están en presencia de una oportunidad histórica de participar en la creación de las nuevas reglas de la economía mundial que están siendo propuestas. De no hacerlo estarían aceptando, una vez más, las nuevas reglas de juego que impongan los países poseedores de los grandes capitales. En este sentido, es necesario tener presente, que entre las nuevas reglas que seguramente propondrán dichos países, estarán la Privatización de la Seguridad Social, Salud y Educación. Estas medidas serán puestas a la orden del día, como recetas para salvar al capitalismo.

domingo, 19 de octubre de 2008

Crisis Financiera podría causar crisis petrolera (II)

El año pasado y ante la incredulidad de muchos, advertíamos la posibilidad latente del estallido de la burbuja especulativa en los mercados financieros y alertábamos de las graves implicaciones que esto pudiera tener para el mundo entero y en particular para la economía venezolana. Hoy, hace exactamente un año y un mes después de la publicación de nuestro artículo titulado: Cae la bolsa, cae el petróleo. Crisis financiera podría generar crisis petrolera (http://www.aporrea.org/energia/a39683.html), queremos alertar una vez más, de una manera más detallada, sobre las consecuencias que todo esto podría acarrear, desde el punto de vista geopolítico.

Como lo hemos venido sosteniendo en artículos anteriores, (ver http://www.aporrea.org/autores/herreram/ ) el ataque a Irán pareciera ser inminente. Sólo la fragilidad de la economía de los Estados Unidos y el riesgo que de ello se derivaría ha impedido que esto se haya hecho realidad, a pesar de las fuertes presiones que al respecto ha ejercido Israel. Esto se ha debido, principalmente, al hecho de que el excedente de la capacidad petrolera mundial que hoy existe, hubiera imposibilitado reponer el retiro de 4 millones de barriles de petróleo iraní, lo cual habría sido el detonante de un incremento sin control de los precios del petróleo.

Sin embargo, ante un escenario de crisis económica mundial, el precio del crudo podría descender al umbral de los 50 US$bbl y la capacidad ociosa se pudiera ampliar por sobre los 4 millones de barriles al retroceder la demanda energética, esto crearía las condiciones necesarias para el ataque a Irán, o inclusive, a otro país petrolero considerado hostil por el gobierno de los Estados Unidos, como lo es Venezuela.

Una agresión de este tipo obviamente incrementaría los precios de crudo, pero tomando en cuenta un hipotético punto de partida de 50 US$/bbl, difícilmente lo precios excederían los 150 US$/bbl, nivel que ya la economía norteamericana ha demostrado soportar. Además, con un nivel de capacidad ociosa superior a la producción iraní, el mercado dispondría de los volúmenes necesarios para su estabilización.

Ampliamente ha quedado demostrado a través de la historia como la generación de conflictos bélicos es capaz de reactivar rápidamente una economía maltrecha, por lo que no dudamos en asegurar que, independientemente de quién se encuentre al frente de la Casa Blanca, una guerra en tiempos de crisis supondría una interesante propuesta para los halcones del norte y para sus aliados israelitas.

Mucho se ha especulado sobre la caída definitiva del impero, pero lo cierto es que las economías desarrolladas tienen mayor capacidad de absorción de shocks económicos que las economías en vías de desarrollo que básicamente dependen de sus ingresos por la venta de materias primas.

Esto, a pesar de que durante las últimas décadas, hemos presenciado la migración del capital industrial de los EEUU a economías de bajos costos de mano de obra, que conjuntamente con el proceso de transformación interna de su economía manufacturera a una economía de servicio, ha originado un daño estructural a la economía del norte, convirtiéndolos en un país altamente dependiente de las importaciones, que cuenta con un déficit comercial que supera los 700 Mil millones de dólares al año.

Es de hacer notar que ya esto lo habían previsto en la Casa Blanca y así lo demuestra la estrategia de la creación de una Zona de Libre Comercio para las Américas (ALCA), que el único propósito que perseguía era el rescate del su sector manufacturero, mediante la consecución de un mercado cautivo donde sus productos pudieran penetrar sin competencia alguna. Esto, sin duda, habría evitado el colapso global que hoy presenciamos, pero a expensas de las economías de América Latina, que oportunamente supieron anticipar lo que esto significaría para el futuro de sus pueblos. Lamentablemente para algunos países de Centro América incluyendo México, sus gobernantes no tuvieron la visión de Chávez, Lula, Kichner y compañía y hoy sufren las consecuencias del NAFTA y el CAFTA.

Indudablemente, la crisis petrolera - como lo llamábamos el año pasado - tendrá sus efectos sobre las economías de los países productores, la cual rememora la década de los 90 cuando, producto de la crisis de los Netbacks los precios tocaron fondo, poniendo a la OPEP de rodillas y llevando a la quiebra a la Unión Soviética, que fue incapaz de soportar la presión sobre su presupuesto, originando el colapso del bloque socialista.

Aparentemente la pregunta que nos formuláramos al final de nuestro más reciente artículo titulado: “Irrespeto de disciplina OPEP podría impactar precios de crudos, Coincidencias históricas con las crisis de los Netbacks” (http://www.aporrea.org/energia/a59643.html), pareciera haber conseguido respuesta: - El esperado desplome de los precios del petróleo - , por lo que lo planteado en aquella oportunidad hoy cobra mayor peso. La disciplina interna de la OPEP y sus políticas para estabilizar los mercados serán fundamentales para evitar un efecto rebote en el mediano plazo cuando se restablezcan los patrones de consumo y los mercados empiecen a demandar el suministro de aquellos grandes proyectos como La Faja Petrolífera del Orinoco y las Arenas Petrolíferas del Canadá, que ante un escenario de bajos precios, difícilmente serán posibles de desarrollar ocasionando una espiral de precios petroleros crecientes.

El control de los recursos del Medio Oriente y el Mar Caspio así como los corredores Energéticos del Asia Central, hoy mas que nunca serán fundamentales para el relanzamiento de la economía de los EEUU, lo que sin temor a equivocarnos, alimentará las tensiones entre Rusia y Norteamérica.

El papel que pueda asumir China será determinante en la reconfiguración de la geopolítica mundial, las contradicciones internas de un modelo Socialista que depende en gran medida del ritmo al cual marche la economía norteamericana, supondrán presiones sobre la reciente alianza militar Ruso-China. Por todo esto, el impacto que tenga este desplome financiero sobre China y otras economías emergentes como India y los países del Oriente Medio, incidirán decisivamente sobre el rumbo que pueda tomar el futuro del planeta.

A pesar de los efectos que tendrá la crisis global sobre el tercer mundo, hoy en día se hace patente el protagonismo que cobran los países en vías de desarrollo sobre la estabilización político-económica mundial, lo que efectivamente marca un cambio sobre el desenvolvimiento de las relaciones internacionales, que anteriormente se caracterizaban por el monopolio de las superpotencias.

lunes, 30 de junio de 2008

Irrespeto de disciplina OPEP podría impactar precios de crudos

Una mirada al pasado

Transcurría el año 1979, cuando en el mes de Febrero el ayatolá Khomeini, desplazando del poder al Sha de Irán, tomaba el control del país persa al frente de la Revolución iraní. Este acontecimiento histórico, marcaba el inicio de la mayor escalada de precios del petróleo que conocería la humanidad hasta ese momento, la cual se vería agudizada por el estallido de la guerra entre Irán e Irak en Septiembre de 1980 y que elevaría los precios a sus máximos históricos.

El impacto de los precios sobre la economía mundial no se haría esperar, la demanda comenzaría a retroceder y las economías de las principales potencias empezarían a resentirse. Como era de esperarse, las presiones sobre la OPEP para el incremento de su producción se intensificarían, acusándolos de ser los responsables de la crisis desatada, al mismo tiempo que los ejércitos de Irán e Irak se destruían mutuamente ante la mirada complacida de las potencias occidentales, quiénes tras bastidores apoyaban directamente la disminución de dos de los ejércitos más hostiles hacia sus aliados de Israel.

El desarrollo de nuevos yacimientos, sustentado por los altos precios del petróleo, que hacían factible económicamente el uso de tecnologías de explotación aguas profundas, especialmente en el Mar del Norte, añadiría producción fresca a los mercados, la cual remplazaría parte de las importaciones provenientes del Medio Oriente. Esta situación sería usada como pretexto por los Sauditas, quienes en una estrategia por recuperar mercados, elevarían su producción unilateralmente irrespetando los acuerdos establecidos en el seno de la OPEP.

Adicionalmente, en 1985 Arabia Saudita decide abandonar el sistema precios cotizados (Posted Prices) para imponer unos nuevos contratos que protegían las ganancias de los refinadores (Contratos Netback), atando sus nuevas fórmulas de precios a los hasta entonces novedosos precios ocasionales (Spot Prices). Esto marcaría la victoria de lo países consumidores sobre los productores en el control de los precios de crudos, en medio de una lucha librada en contra de los países productores agrupados en la OPEP, quienes venían ejerciendo el control sobre la fijación de los precios.

El error táctico de los sauditas habría derivado en el desplome de los precios de petróleo, en lo que se conocería como la crisis de los Netbacks, logrando poner de rodillas a la OPEP, tal como lo había anunciado el presidente norteamericano Ronald Reagan en 1986 y que desencadenaría una época de desinversión en la industria petrolera, que más tarde, en el año 2004, incidiría en el resurgimiento de los precios del petróleo hasta escalar nuevos récords históricos en el año 2008.

De vuelta al presente

El pasado 22 de Junio se celebró en Yeddah, convocada por el Reino de Arabia Saudita, una cumbre energética entre los países consumidores y productores, con la finalidad de plantear soluciones a los precios récord alcanzados este año por el hidrocarburo.

Como en el pasado, una vez más los países consumidores enfilaron sus baterías en contra de la OPEP, responsabilizándolos de los altos precios y exigiéndoles elevar su producción para evitar que la economía mundial caiga en la más grande recesión desde la crisis de 1929, sin recordar que como consecuencia de la desinversión de los 90, la capacidad ociosa de producción habría descendido a su nivel más bajo en la historia, atando de manos a los productores a la hora de elevar su producción y hacer retrocedes los precios.

Cuando en el pasado los altos precios del petróleo sirvieron para financiar la inversión en el desarrollo de nueva producción como la del Mar del Norte, hoy en día vemos con sorpresa como el sector refinador no invierte lo suficiente en la ampliación de su capacidad a pesar de estar atravesando por una época de bonanza que le reporta márgenes récords. Casos como el de EEUU, que consume casi una cuarta parte del petróleo que se produce en el mundo, no ha visto construir una nueva refinería desde 1976, lo que ha originado cuellos de botella en refinación que elevan los precios de los combustibles y que ya empieza a arrojar señales de desaceleración de la demanda, del mismo modo como ocurrió a principio de los 80.

Al igual que al comienzo de la segunda crisis petrolera, el principal temor de los consumidores se centra actualmente en el impacto de los altos precios del petróleo sobre su economía, en medio de una crisis financiera que está impactando notablemente a las principales economías mundiales y que está contribuyendo a la desconfianza de los inversores, quienes en busca de refugio seguro de los capitales, han vertido el influjo de dólares a los mercados de commodities presionando los precios e impulsando una espiral especulativa que pareciera no tener fin. Lo que en el pasado se erigió como la solución de los países consumidores al yugo establecido por la OPEP sobre la fijación de los precios del crudo, mediante el establecimiento de los mercados spot y los mercados de futuros, hoy pareciera que se torna contra ellos, siendo uno de los principales motivos detrás del incremento de los precios.

El enorme déficit comercial de los EEUU y la falta de competitividad de los productos norteamericanos en comparación con las economías europeas y asiáticas ha derivado en la pérdida de valor de su moneda en un intento por tratar de recuperar los mercados perdidos y reactivar su aparato productivo. Contrariamente, esta estrategia ha contribuido a elevar las presiones inflacionarias y a incrementar los precios del petróleo, que tienden a corregir su valor de manera natural ante la pérdida del poder de compra de la moneda que domina su comercio internacional.

Amenazas contra Irán por parte de Israel, EEUU y sus aliados, también está presionado las cotizaciones de crudo, actuando como un factor psicológico sobre los traders que comercian con barriles de papel en el mercado del NYMEX (New York Mercantil Exchange) y el ICE (Inter-Continental Exchange) de Londres, ambos mercados financieros conectados al mercado físico de crudos a través de un complejo mecanismo de contratos y que contribuyen al incremento de la volatilidad y de los precios proporcionalmente al incremento de la especulación.

Todos estos factores, sumados, arrojan como resultado los niveles de precios más altos de la historia. Errores en el manejo de las grandes economías colocan el mundo al borde de una de sus peores crisis económicas y una vez más la historia pareciera repetirse, Arabia Saudita ha anunciado el incremento de 500 mil barriles de crudo de manera unilateral y fuera de cualquier acuerdo de la OPEP.

Finalizada la última cumbre petrolera de Yeddah, el único punto de coincidencia es en que los actuales niveles de precios no son los más adecuados para el mundo entero y se hace necesario coordinar esfuerzos por alcanzar valores aceptables tanto para consumidores como para los productores. Sin embargo, repetir los errores del pasado pudieran desencadenar una incontrolable caída de los precios de la misma manera como ocurrió a partir de 1984 a raíz de la crisis de los netbacks, por lo que resulta preciso, para la estabilidad de los mercados, mantener la disciplina interna en la defensa de los intereses por parte de los países de la OPEP, si no se quiere quedar de rodillas una vez más.

Coincidencias históricas

1. En los 80, las grandes potencias mundiales, en especial los EEUU soportan al estado de Israel en sus planes de seguridad en contra de sus principales enemigos de la región, promoviendo una guerra fraticida entre a Irán e Irak.

Resultado: Incremento de los precios del crudo.

En la actualidad las grandes potencias mundiales, en especial los EEUU soportan al estado de Israel en sus planes de seguridad en contra de sus principales enemigos de la región, primero fue la invasión a Irak y ahora es la amenaza contra Irán.

Resultado: Incremento de los precios del crudo.

2. A finales de los 70 y principios de los 80 las grandes compañías petroleras se preocupaban por invertir en la industria petrolera, contribuyendo a la estabilización de los mercados.

Resultado: Estabilidad de los mercados petroleros.

En los 2000 las grandes compañías petroleras no invierten lo suficiente en la industria petrolera y por el contrario se reparten las ganancias más grandes de su historia contribuyendo a la desestabilización de los mercados.

Resultado: Inestabilidad de los mercados petroleros.

3. En los 80 la estrategia de los países consumidores se centró en establecer un nuevo sistema de precios que sustituyera el control de la OPEP sobre su fijación, dando paso a los mercados sport y mercados de futuros bajo la promesa de hacer más transparentes los mercados.

Resultado: Disminución de los precios del petróleo y retoma del control sobre la fijación de precios por parte de los países consumidores.

En los 2000 los mercados spot y mercados de futuro han demostrado no ser totalmente transparentes y por el contrario contribuyen a la especulación, al aumento incontrolable de los precios y a la desestabilización de los mercados.

Resultado: Incremento de los precios del petróleo y de la volatilidad de los mercados. Desregularización de los mercados incrementa influencia de los especuladores sobre los precios.

4. En 1985 Arabia Saudita abandonó el sistema de fijación de precios de la OPEP (Posted Prices), para dar uso a una fórmula que garantizaba los márgenes de ganancia a los refinadores en detrimento de los intereses de los países productores.

Resultado: Desplome de los precios del petróleo, redistribución de las ganancias petroleras a favor de los refinadores y en contra de la OPEP

En el 2008 Arabia Saudita decide aumentar la producción de crudo a pesar que la capacidad de refinación mundial se encuentra operando a sus máximos niveles.

Resultado: Posible disminución de los precios de crudo más no de los combustibles y por consecuencia, incremento de los márgenes de ganancia de los refinadores en detrimento de los intereses de los países productores.

5. El incremento unilateral de producción de crudos por parte de Arabia Saudita en 1985, ajeno a cualquier acuerdo OPEP, provoca el descenso incontrolable de los precios impactando la economía de los países productores.

Resultado: Desplome de los precios del petróleo.

El incremento unilateral de producción de crudos por parte de Arabia Saudita en 2008, ajeno a cualquier acuerdo OPEP, pudiera provocar un descenso incontrolable de los precios que impactaría sobre la economía de los países productores.

Resultado: ???