jueves, 27 de septiembre de 2012

En Venezuela no existe subsidio a la gasolina



Es oficial la posición de la MUD de eliminar el “subsidio” a la gasolina, posición manifestada oficialmente en el documento Petróleo para el Progreso, y que ha sido rebatida desde las filas revolucionarias argumentando que un incremento en el precio de este combustible desataría un caos nacional que derivaría en un segundo Caracazo. Este argumento no deja de ser válido, sin embargo no ataca el asunto de fondo y cae en la trampa de repetir el errado termino del “subsidio” que lleva consigo una carga agresora que debe ser desmontada con argumentos técnicos y que además eviten caer en el campo de la especulación.

El planteamiento de la oposición, en términos técnicos, es completamente errado porque parte de una premisa falsa al pretender segmentar la cadena de valor del petróleo en una empresa verticalmente integrada como PDVSA, la cual únicamente no refina sino que extiende sus actividades desde la exploración hasta la distribución de combustibles al detal. Adicionalmente se suma el hecho de ser una empresa estatal, lo que le confiere la ventaja de disponer del petróleo a precio de costo, brindándole la posibilidad de distribuir los beneficios derivados de la actividad de producción a otros negocios menos favorecidos desde el punto de vista económico, como es el caso de la refinación. Visto desde la óptica exclusiva de un refinador que debe acudir al mercado a procurar su materia prima al precio que este le imponga, le resulta imperioso vender su producción a un nivel de precios que superen sus costos de procesamiento incluyendo el petróleo que refina, lo cual no es el caso de PDVSA.  Analizado esto desde la óptica legal, Venezuela cuenta con una legislación que le reserva al estado el monopolio en la explotación de sus recursos petroleros, por lo cual resulta completamente valido realizar este balance de cuentas entre sus negocios intermedios, lo que en otros países como los Estados Unidos, constituiría un hecho de competencia desleal o dumping.

Adicionalmente a esto, el planteamiento de la oposición, por ser reduccionista, supone además unas pérdidas, lo cual también resulta incorrecto puesto que ignora las enormes ganancias obtenidas por la política soberana de rescate de la renta petrolera emprendida por este gobierno y que han significado ingresos de aproximadamente 385 mil millones de dólares por sobre lo que se hubiese obtenido en la PDVSA de la IV República.

Ahora si lo analizamos desde el punto de vista político, su planteamiento guarda completa coherencia con su visión neoliberal que considera únicamente los beneficios económicos obtenidos de la actividad productiva y desecha cualquier otro tipo de beneficios como los beneficios sociales en educación, salud, vivienda, ó los derivados del financiamiento al desarrollo y diversificación de la economía proveniente de la renta petrolera. Esto pone en evidencia una vez mas las visiones contrapuestas de ambos proyectos, uno socialista que aboga por la justa distribución de la riqueza petrolera y el desarrollo económico y social de la nación de manera soberana e independiente, y otro  neoliberal que genera dependencia y que favorece la acumulación de capital generando exclusión y miseria.

Por estas razones resulta técnica y políticamente incorrecto hablar de “subsidio” a la gasolina y debemos procurar eliminar de nuestro léxico esta palabra para evitar apoyar inconscientemente el discurso de la oposición.