jueves, 15 de marzo de 2007

Etanol, ¿Ángel ó Demonio?

La reciente gira latinoamericana del presidente Bush ha servido para
destapar la controversia sobre el uso del Etanol como combustible automotor,
desatando las más crudas críticas en su contra y convirtiéndolo súbitamente
en el enemigo público número uno.

Lo que resulta inquietante ante toda esta andanada de comentarios negativos,
es que hace tan sólo tres años el escenario era otro totalmente distinto.
Todos aquellos que ayer aplaudían la decisión del presidente Chávez de
firmar un acuerdo de cooperación con Brasil para desarrollar la producción
del Etanol en Venezuela, son hoy los mismos que atacan despiadadamente este
proyecto, que actualmente cuenta con un importante grado de avance en
nuestro país.

Nos preocupa como se puede pasar de lo claro a lo oscuro, sin tener
argumentos para defender ni lo uno ni lo otro y sin que ni siquiera exista
un proceso dialéctico que nos permita a los venezolanos formarnos un mejor
criterio de si hemos, en estos tres últimos años, perdido todo el tiempo y
el dinero invertido en este proyecto, ó si en realidad vale la pena seguir
adelante con su ejecución.

Con la finalidad de disipar algunas dudas al respecto, discutiremos en las
siguientes líneas en torno a algunas críticas que se han formulado alrededor
del combustible verde y trataremos de aportar elementos a la discusión que
permitan aclarar algunos aspectos que son importantes tener en cuenta antes
de formular críticas sin fundamento, que más que aclarar, lo que logran es
confundir aún más. Esto con la finalidad de aportar elementos útiles a la
discusión que sirvan de base para poder establecer conclusiones sólidas en
cuanto a la conveniencia o no de la producción de Etanol en Venezuela como
combustible alterno a la gasolina.

Lo primero que hay que aclarar es que la fuente de obtención del Etanol en
EEUU es distinta a la de Brasil. Aclaramos esto porque se ha criticado que
la producción de Etanol atenta contra la producción de alimentos, lo cual
resulta cierto sólo en algunos casos, dependiendo del método de producción
que se decida emplear para producir el combustible.

En el caso de los EEUU, resulta totalmente cierta la afirmación del
Presidente Chávez, puesto que su fuente de obtención es el maíz mediante un
proceso que suprime por completo la producción de almidones y harinas para
producir el combustible, lo que evidentemente atenta contra la seguridad
alimentaría de cualquier nación que decida adoptar este método de
procesamiento.

En el caso del método de producción del Etanol a partir de la caña de
azúcar, la situación es totalmente distinta. Este proceso tiene la
particularidad de permitir la producción de Etanol sin atentar contra la
producción de azúcar refinada, es decir, es un proceso dual, lo que
significa que se puede producir Etanol al mismo tiempo que se produce
azúcar. Esto le ha brindado enorme ventaja a Brasil, país precursor a nivel
mundial en la producción de bio-combustibles.

El haber tomado la decisión de producir Etanol para el consumo automotor
hace más de 70 años, le ha permitido al país amazónico convertirse en un
país energéticamente independiente. Brasil ha pasado de ser un país
importador de energía, a ser un país que en el presente, no sólo se
autoabastece, sino que también exporta energía (petróleo y Etanol).

Adicionalmente, este gigante del sur se ha convertido hoy por hoy en el
primer productor y exportador de azúcar refinada en el mundo, superando en
más del doble el volumen exportado por su más cercano competidor (la Unión
Europea), lo que demuestra ciertamente que en este proceso, la producción de
alimento y combustible no compiten necesariamente entre sí.

Esta comparación entre ambos países nos permite comprender con mayor
claridad aquello a lo que se refería nuestro presidente Hugo Chávez cuando
criticaba la sustitución de la producción de alimentos por combustible, en
evidente referencia al proceso de producción empleado en los EEUU.

Según las cifras de la FAO (Organización para la agricultura y la
alimentación de las Naciones Unidas), para el año 2005, Venezuela era
importador neto de azúcar refinada, situación que aún hoy persiste. Algunos
cálculos que hemos realizado, muestran que en caso de incorporar 10% de
Etanol a nuestra mezcla de gasolina, nuestro país dejaría de depender de las
importaciones de azúcar y pasaría además a ser el octavo exportador de
azúcar refinada a nivel mundial, superando a algunos países latinoamericanos
con tradición azucarera tales como, Colombia, Guatemala y Nicaragua. Esto le
permitiría a nuestro país obtener ingresos adicionales por concepto de la
exportación del 10% de la gasolina que sería sustituida.

Esto último resulta sumamente importante porque pasaría a conformar junto
con el GNV (Gas Natural para Vehículos) el plan nacional de substitución de
gasolina por combustibles alternos, lo que le permitiría al país poder
mantener los precios actuales de la gasolina sin tener que afectar el
bolsillo de los venezolanos. Consideramos que por ser Venezuela poseedora de
una enorme riqueza energética, no merecemos que nuestra economía sea
afectada por un incremento en los precios de la gasolina, cuando en realidad
son los países consumidores los que realmente necesitan de nuestra gasolina
para subsistir, razón por lo cual están en la necesidad de pagar su
verdadero valor de mercado. Por lo tanto, son ellos -no nosotros- los que
deben correr con el financiamiento del combustible en nuestro mercado local.

Según nuestras estimaciones, al aplicar un plan que sustituya el 25% del
consumo local de gasolina por Etanol (10%) y GNV (15%), se estarían
obteniendo ingresos adicionales para la nación, por concepto de la venta de
esta gasolina en los mercados internacionales. Este ingreso adicional sería
equivalente a más de tres veces el monto que actualmente subsidia el estado
en las gasolinas. En otras palabras, no sólo no es necesario aumentar la
gasolina, si no que hasta podríamos bajarle el precio sin necesidad de que
exista un sacrificio fiscal para la nación.

Adicionalmente, hay que agregar el incentivo que la producción de Etanol
suministraría al sector agrícola, que desde hace muchos años se encuentra
deprimido. Se lograría de esta manera, fomentar el tan esperado desarrollo
endógeno de la nación, permitiéndole a Venezuela liberarse de la dependencia
económica del petróleo de manera definitiva.

Resulta ampliamente conocido que la industria petrolera no es generadora de
empleo, caso contrario a lo que ocurre con el sector agrícola, que es
intensivo en mano de obra. Como dato interesante hay que destacar que la
producción de Etanol a partir de la caña de azúcar genera 152 puestos de
trabajos por cada puesto de trabajo que genera la industria petrolera por
unidad equivalente de energía, lo que nos da una clara señal del impacto, en
cuanto al empleo, que generaría la industria productora de bio-combustibles.

Otro de los beneficios aportado por el Etanol, se relaciona con el impacto
ambiental que generaría este cambio. Es bien sabido que la industria más
contaminante del mundo es la industria petrolera, por lo que un combustible
como el Etanol, que posee la característica de disminuir las emisiones
tóxicas, representa un ahorro ambiental significativo para la humanidad, sin
incluir la contaminación de tierras y aguas producidas por los productos
petroquímicos como el MTBE y que derivó en la prohibición de su uso en las
mezclas de gasolina en varios países del mundo.

Es imposible pensar que el Etanol algún día sustituirá la gasolina como
principal combustible automotor a nivel mundial; para lograrlo, la
superficie cultivada tendría que superar la superficie total del planeta.
Esta es una de las razones por lo que la gasolina seguirá siendo la reina de
los combustibles automotores por mucho tiempo.

Darle la lectura adecuada a la visita de Bush a Latinoamérica resulta
fundamental para comprender la estrategia del impero para nuestros países,
que no es otra que la de crear controversias internas que atenten contra la
unidad de Latinoamérica y favorezcan el desarrollo del ALCA en vez del ALBA.

Si analizamos el acuerdo firmado entre Brasil y los EEUU, encontraremos que
se trata únicamente de un convenio de cooperación y no incluye la
eliminación de los aranceles al Etanol importado, que es justamente la
principal demanda por parte de Brasil para competir en igualdad de
condiciones con el etanol de los EEUU.

La negación de los EEUU de eliminar las barreras arancelarias al etanol,
confirman que la intención de los EEUU no es sustituir el petróleo
venezolano por el etanol brasilero (algo que ellos saben muy bien que es
imposible lograr), sino más bien, deteriorar las relaciones entre Venezuela
y Brasil con la finalidad de erosionar la unidad de los pueblos
latinoamericanos que ha surgido bajo el liderazgo del presidente Chávez.

Desechar a priori la idea de producción de Etanol en Venezuela, basado en
una coyuntura política creada a drede por el imperio, no sólo representaría
una derrota política para Venezuela, sino también significaría una victoria
económica para los EEUU, que actualmente son los únicos beneficiados por la
venta de MTBE a nuestro país.

Es importante recordar que desde hace dos años, cuando Venezuela decidió
eliminar el plomo en las gasolinas de consumo local, las importaciones del
MTBE desde los EEUU se incrementaron enormemente, por ser éste un sustituto
directo del plomo, como lo es también el Etanol. Por lo tanto, el cerrarle
la puerta a la producción de Etanol en Venezuela atentaría directamente
contra la seguridad nacional al impedirle a nuestra nación la independencia
de las importaciones del MTBE proveniente de los EEUU.

A pesar de las limitaciones éticas y técnicas que conllevan la substitución
de gasolina por Etanol, consideramos que el desarrollo de la industria de
bio-combustibles en nuestro país, no representa ningún riesgo para
Venezuela en la escala que se plantea y por el contrario, los beneficios de
la aplicación de un modelo como el brasilero en Venezuela, son
considerablemente mayores que los perjuicios que hoy -contrariamente a ayer-
escuchamos pregonar.

martes, 13 de marzo de 2007

El golpe más que económico es petrolero

Resultan públicos y notorios los actuales planes de desestabilización que se han venido activando recientemente desde el norte para atentar contra el gobierno democrático de Venezuela.

En días pasados, tal como lo reseñara Eva Golinger en un artículo publicado en Aporrea1, el ex-secretario de estado de los EEUU, Lawrence Eagleburger declaró a un reconocido canal de televisión norteamericano, que Washington “debe hacer lo posible para dificultar la situación económica en Venezuela”.

Más adelante, en la entrevista que el periodista David Ashman le concediera a este político del imperio, el señor Lawrence Eagleburger comentaba lo siguiente: “… la reciente caída en los precios del petróleo estaba afectando la capacidad de Venezuela de pagar sus cuentas”.
La periodista Eva Golinger, al igual que otras connotadas figuras de la vida pública Venezolana, entre los que se incluyen el profesor Vladimir Acosta y hasta el mismo presidente de la República, el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías han denunciado lo que resulta ser la nueva estrategia del imperio para derrocar al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela. Especulación, acaparamiento, desabastecimiento, son sólo la punta del iceberg de la estrategia que han echado a andar George W. Bush y sus halcones en nuestro país.

Intentar sacar más conclusiones sobre la conspiración resulta innecesario, son suficientes las evidencias que se han presentado hasta la fecha y que se corresponden claramente con las declaraciones de este ex alto funcionario de la administración Bush.

…“su popularidad con el pueblo venezolano sólo se mantiene si la mayoría se siente con la capacidad de mejorar su nivel de vida y bienestar. Si en algún momento, la situación económica se pone grave, la popularidad de Chávez en su país declinará y es la única arma que tenemos para usar contra él que debemos ya estar utilizando, principalmente las herramientas económicas para empeorar la economía de su país con la intención de bajar su nivel de apoyo en Venezuela y la región.”
Comentaba Mister Eagleburger refiriéndose a los planes en contra del presidente Chávez.
Lo que pretendemos con este artículo no es continuar citando ejemplos que demuestren que el golpe económico está montado, porque eso sería como llover sobre mojado. Más bien pretendemos denunciar lo que no resulta tan evidente, pero que se enmarca perfectamente dentro de este plan y que serviría para anteceder las próximas acciones que están por ejecutarse y que inclusive podrían haberse ya iniciado.

Si observamos con detenimiento las declaraciones del ex-secretario de estado encontraremos palabras claves que indican la ruta a seguir por los golpistas. Ante la afirmación de que una caída de los precios del crudo está afectando la capacidad de Venezuela de pagar sus deudas, cabría preguntarse, ¿A cuál caída de los precios del crudo se refiere este señor?... ¿será que se equivocó, o no está leyendo bien las cifras?. Según tengo entendido en lo que va de año el precio ha subido hasta los 62 US$/BBL, es decir, aproximadamente un 7% de aumento con respecto al cierre del año anterior.
Esto coincide plenamente con lo que veníamos alertando desde finales de año pasado y que mencionábamos en nuestro artículo titulado Irán cambia al Euro, impacto e implicaciones geopolíticas2, publicado en Aporrea el pasado 23 de diciembre de 2006 y que mencionaba lo siguiente:
“…Ante este panorama cobra fuerza la posibilidad de una guerra de precios petroleros desatada por Arabia Saudita en respuesta a los intereses de los Estados Unidos, quienes se retirarían de Irak aparentemente cediendo el control a Irán pero que en el fondo contaría con la jugada por parte de sus aliados sauditas de debilitar los precios del petróleo, para satisfacción de la economía norteamericana y para desgracia de Irán, que vería desvanecer de manera directamente proporcional su capacidad de apoyo al régimen chiíta de Irak, lo que significaría un triunfo para los Estados Unidos y sus aliados en la región dejando con vida a la economía norteamericana y a su moneda, por lo menos el tiempo suficiente para poder replantear su estrategia de dominio mundial…”
Esto lo citábamos ante la guerra de precios, que para aquel momento, considerábamos evidente luego de la divulgación del informe Baker-Hamilton, que alertaba al gobierno de los EEUU de que estaba perdiendo la guerra y les recomendaba la retirada de Irak de una manera negociada con Irán y Siria. Sin embargo, otra vez la terquedad del Mister Bush se hacía presente, actuando totalmente en dirección contraria a lo que sus asesores le recomendaban y embarcándose en cambió de la manera más torpe, en un enfrentamiento directo con Irán que podría desencadenar en un nuevo conflicto bélico.
Mencionamos esto, porque son justamente las tensiones generadas en torno al tema iraní las que están soportando los actuales precios del petróleo, y de no ser por la torpeza manifiesta de Mister Bush, las palabras de su ex asesor se estuvieran cumpliendo al pie de la letra (tal vez es por eso que es el EX asesor).

Mucho se ha hablado de que existe una prima geopolítica sobre los precios del crudo, que podría ubicarse entre los 10 y los 20 dólares por barril, que de no estar presente colocaría los precios entre una banda de 40 a 50 dólares el barril, o lo que es lo mismo, colocaría los precios de la cesta venezolana entre 30 y 40 dólares por barril, por lo que habiéndose calculado el presupuesto de la nación para el 2007 en 29 dólares por barril, sin duda alguna, esto colocaría al gobierno bolivariano en una situación difícil.

Pero más allá de la incapacidad de los EEUU de sostener varios frentes a la vez, resulta preocupante la dependencia de este proceso de la industria petrolera, mucho más, cuando se escucha insistentemente en los noticieros internacionales que la producción de crudo venezolano está descendiendo aceleradamente y que las exportaciones de gasolina a los EEUU, que realiza Venezuela tradicionalmente hacia a ese país, han disminuido dramáticamente en los últimos meses debido a los repetidos y cada vez más frecuentes problemas de refinación que enfrenta PDVSA.

Esto nos hace asegurar que los planes de desestabilización económica no sólo consisten en acaparar el arroz y el azúcar, sino que están concentrados en el fracaso económico de PDVSA. El desabastecimiento y la especulación son sólo una consecuencia del enorme desastre que pudiera significar el descalabro la industria petrolera venezolana, razón por la cual el saboteo y la corrupción dentro de la industria deben ser considerados, ahora más que nunca, un delito grave contra la estabilidad de la república.
La solidaridad automática y el ataque en contra de todo aquel que se atreva a denunciar cualquier acto de corrupción ó saboteo, so pena de ser etiquetado de escuálido y/o contrarrevolucionario, son parte del juego perverso que alimentan la impunidad y que atentan contra la revolución. Frente a esta amenaza, hacemos un llamado al Ministro Ramírez y al Presidente Chávez para que estén alerta y castiguen con toda la severidad del caso a todos aquellos personajes que haciéndose pasar por “rojos rojitos” pretendan atentar contra la estabilidad del país, como ya lo hicieron en diciembre de 2002.

Recordando las palabras del camarada Ernesto Ché Guevara:

“La eficiencia no debe estar reñida con la revolución”
Invocamos la contraloría social en contra de los intentos de algunos saboteadores y corruptos infiltrados dentro de PDVSA que pudieran estar atentando contra la operatividad de la industria petrolera, porque estamos seguros que el golpe más que económico es petrolero.


NOTAS:
1.- http://www.aporrea.org/tiburon/a29967.html

2.- http://www.aporrea.org/actualidad/a28635.html